
La teoría que aterra sobre la forma en que abandonaron el cuerpo de Valeria Afanador
La lamentable muerte de Valeria Afanador, niña con síndrome de Down, abre hipótesis sobre cómo terminó en el río tras 18 días desaparecida.

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La comunidad de Cundinamarca sigue conmocionada por la muerte de Valeria Afanador, la niña de 10 años con síndrome de Down que desapareció durante 18 días tras salir de su escuela. Las cámaras de seguridad captaron sus últimos momentos mientras abandonaba el plantel sin permiso, saltando la reja que separaba el colegio de la vía pública, sin que nadie se percatara de su ausencia.
El hallazgo del cuerpo de la menor en el río Frío, luego de más de dos semanas de intensa búsqueda, ha generado una serie de investigaciones y teorías sobre lo ocurrido. La zona donde fue encontrada ya había sido inspeccionada por más de 200 voluntarios, incluyendo autoridades y miembros de la comunidad, quienes aseguraron no haber visto indicios de la presencia de la menor, lo que profundiza la inquietud y la necesidad de esclarecer el caso.
El gobernador de Cundinamarca reveló una hipótesis escalofriante que ha marcado la pauta de la investigación. Según la autoridad, la menor podría haber sido víctima de un acto violento y su cuerpo colocado posteriormente en el río para dificultar la identificación del hecho y la investigación. Este planteamiento abre la puerta a una exhaustiva revisión de todas las pruebas disponibles, incluyendo videos, testimonios y análisis forenses.
La Fiscalía General de la Nación confirmó que está a la espera del informe oficial de la necropsia, pieza clave para determinar la causa exacta de la muerte. Este examen permitirá saber si el cuerpo estuvo sumergido durante los 18 días y podría ofrecer pistas fundamentales sobre la manera en que ocurrió el fallecimiento. Los resultados también ayudarán a esclarecer si alguien pudo haber manipulado la escena para evadir la justicia.
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Las fotos que han comenzado a circular muestran la llegada del féretro de Valeria a la capilla donde se realizará el sepelio, con la presencia de familiares, amigos y autoridades. La comunidad se ha reunido para rendir homenaje a la memoria de la menor, acompañando a sus padres y expresando su solidaridad ante la tragedia que ha conmocionado a todo Cundinamarca.
Los colores vivos de los globos y las flores que rodean el ataúd reflejan el amor y el recuerdo de quienes acompañaron a Valeria en sus últimos días.
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